A partir de 2035 será posible fabricar coches alimentados con e-fuel

El ‘sí’ del Gobierno alemán a la UE cambia la prohibición de los motores térmicos en la forma, poco en el fondo y nada en los biocombustibles.

La Comisión Europea y Alemania han llegado a un acuerdo sobre los combustibles sintéticos. Así lo ha anunciado el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, a través de Twitter, y debería desbloquear la situación normativa que se había creado con la aprobación de la prohibición de vender coches con motores térmicos a partir de 2035.

El visto bueno del Gobierno alemán debería formalizarse el martes 28 de marzo en la reunión de ministros de Energía en Bruselas, momento en el que el proceso legislativo seguirá adelante independientemente de la voluntad de los gobiernos de los países que se habían opuesto. De esta forma, solo los e-fuel parece que salvarán la prohibición.

Entre ellos estaba Italia, que pretendía incluir los biocarburantes entre los combustibles compatibles con la nueva legislación, que forma parte de los planes de la UE para luchar contra el cambio climático y alcanzar la neutralidad en 2050.

Cambios en la práctica

El debate se ha mantenido durante las últimas semanas con un choque de opiniones entre los que querían eliminar por completo los motores de combustión interna para los coches fabricados a partir de 2035 (para los que ya están en la carretera, nada cambia) y los que querían mantener la oportunidad abierta alimentando los mismos motores con combustibles neutros en carbono (en los siguientes artículos explicamos exactamente qué se entiende por e-fuel).

Con esta ‘excepción’, los fabricantes de automóviles podrán seguir produciendo y vendiendo en Europa vehículos impulsados por combustibles sintéticos, siempre que no puedan funcionar también con gasolina convencional.

El condicional es obligatorio tanto porque los e-fuel son combustibles experimentales que aún no están en el mercado, como porque la inmensa mayoría de los fabricantes de automóviles ya han eliminado los motores térmicos de sus planes industriales para los próximos 10 años. Así que la pregunta es si en 2035 seguirán existiendo coches nuevos que puedan utilizarlos.

Esto explica por qué muchos expertos creen que los e-fuel se destinarán a nichos de mercado como los superdeportivos. Y no es casualidad que entre las empresas alemanas que presionan al Gobierno alemán para que actualice la normativa esté Porsche.

Los e-fuels para los coches ‘viejos’

La conveniencia (deseable sobre el papel) de utilizar estos combustibles avanzados para los coches con motor térmico que ya circulan por las carreteras está por ver. Si es necesaria una solución para reducir las emisiones del parque automovilístico de forma sistémica, muchos expertos sostienen que la producción de e-fuel difícilmente podrá escalar y, por tanto, la disponibilidad de estos combustibles no podrá satisfacer al mercado, ya sea porque son limitados o porque son demasiado caros.

En cualquier caso, conviene mencionar un aspecto que se ha perdido de vista en el debate público y es que los beneficios de los e-fuel se detienen en el impacto climático. La neutralidad de las emisiones se aplica al CO2 (el gas que cambia el clima y que es inocuo para el ser humano), pero no a otros contaminantes tóxicos para la salud humana, que serían similares a la gasolina o el gasóleo actuales.

La producción de e-fuel nunca será suficiente para abastecer a todo el mundo.

Italia y la cuestión de los biocarburantes

El Gobierno italiano, por su parte, sigue en su postura inicial y por boca del viceprimer ministro Matteo Salvini, en las últimas horas ha declarado su intención de insistir en el tema de los biocombustibles.

Como ya se ha señalado, sin el apoyo de los alemanes, Italia no tiene los números para bloquear el proceso de regulación y es poco probable que haya alguna apertura en Bruselas en este sentido.


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